El viejito de Coca Cola
- Juan Pablo Rojas
- 7 dic 2022
- 2 Min. de lectura

Había una vez un obispo conocido como Nicolás, aquel hombre repartía sus pertenencias y hacía regalos a las familias más pobres de Bari, ciudad de Italia; era conocido como un Cristiano ejemplar y deficado a acercar a los jóvenes y niños a la fe Católica, así dedicó su vida entera a ser ejemplo de bondad, esperanza y paz en un mundo lleno de dificultades, hasta que su imagen se convirtió para algunos en referente de santidad y para otros es una figura comercial.
San Nicolas como se le conoce religiosamente es el hombre detrás de la túnica roja, la bolsa llena de regalos y el trineo que volaba sobre las ciudades, muy cerca a la idea que nos muestra la industria cinematográfica, aunque sigue presente en muchos hogares del mundo, pero ya no como protagonista sino como espectador, si, espectador del más grande evento conmemorado cada fin de año rn el munfo: El nacimiento de Jesucristo.
Por eso se dice que es puente entre Cristo y el mundo, es y será siempre eso: Un santo, un intercesor, un amigo y un guía espiritual que conduce el trineo de peticiones, deseos, gratitudes y propósitos de cada persona hasta la oficina de Dios, esa que está allá arriba donde están los que vivieron como héroes de la fe y la caridad, los Santos.
En fin, el viejito de Coca Cola es real y se llama Nicolás, San Nicolás... de Bari, de Bari.
Desde este mar proceloso Oh Padre San Nicolás, Conduce al puerto seguro Desde la patria celestial.
De las luchas de la vida Y mortales tempestades Sálvanos por tu favor Y virtudes singulares.
Siempre acudes en socorro De cuantos tu auxilio imploran Enfermos y navegantes Pobres o ricos te invocan.
Por tu santidad eximia E intercesión poderosa, Haz que elegidos seamos A la eternidad dichosa.
A los fieles que devotos Vuestro culto propagamos Haznos merecer la gloria Amando a nuestros hermanos. Amén
Oración. Imploramos, Señor, suplicantes, tu misericordia, y por tu intercesión de San Nicolás, Obispo, guárdanos de todos los peligros, para que se nos muestre expedito el camino de salvación. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Tomado de:
ACI PRENSA
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